El 28 de noviembre del 2013,

El Senado de la Nación otorga un reconocimiento al anciano toba-enenlhet Matako Flores

Contexto: El jueves 28, el Senado otorgó, en su sesión ordinaria, un reconocimiento al anciano Matako Flores del pueblo toba-enenlhet (pueblo también conocido como toba maskoy) por su trayectoria y labor en la salvaguardia de la memoria cultural y territorial de su pueblo. Esta acción se realizó a partir de una iniciativa de Nengvaanemkeskama Nempayvaam Enlhet, Sombra del Árbol y el Museo del Barro. Se suma a los esfuerzos de estas entidades por reafirmar los derechos culturales de los toba-enenlhet y enlhet, en esta ocasión delante el senado, propiciando, así, el fomento de acciones que protejan las expresiones identitarias de quienes son portadores de esta cultura, en concordancia a lo establecido en la Constitución Nacional y la legislación cultural vigente para avanzar hacia una sociedad más democrática y justa.

       * discurso de Matako Flores ante los Senadores 

       * Matako Flores relata en el Centro Cultural Juan de Salazar             

       * eco en la prensa

El relator. El anciano Matako Flores es oriundo de la región de Casanillo; nació alrededor del año 1930;  se recuerda de los soldados paraguayos que pasaron por Casanillo al frente. Matako Flores ha cuidado un amplio espectro de relatos provenientes de la memoria de su pueblo. Una parte de sus relatos describen la vida cultural de su pueblo; otra parte trata la historia del contacto de los toba-enenlhet con la sociedad criolla, y posteriormente la mennonita. El territorio toba-enenlhet se ubica entre Casanillo y Puerto Casado; y es la historia de esta región a la cual él se refiere y que ha sido publicada en libros en su propio idioma.

La importancia de los relatos de Matako Flores. Matako Flores es comparable a los historiadores que se conocen en la tradición paraguaya. Los relatos de él –y de muchos otros ancianos y ancianas de los diferentes pueblos indígenas–  hacen a la memoria del Paraguay. Refieren a una parte de la historia que por lo general se desconoce, justamente por las brechas y desigualdades que aún existen entre los diversos pueblos indígenas y el resto de la sociedad nacional. La importancia de los relatos sobre la  memoria del territorio, vida, historia del pueblo toba-enenlhet, aunque desconocidos, ignorados u ocultados desde fuera de este pueblo, se deduce del hecho de que el presente de dicho pueblo sigue nutriéndose de esta misma memoria. Matako Flores está movido, además, por la convicción de que los conflictos, y hasta desastres, que su pueblo vivió en su relación con las sociedades expansivas de los criollos y mennonitas, no deben repetirse. Sostiene que la única forma para evitar eso es compartir la historia de su pueblo. Sostiene, así, la necesidad de un ámbito de reflexión y proyección, no solamente en términos propios para las comunidades, sino también para la sociedad en general.